yo seré el primero que luche por tus derechos, y defenderé la igualdad con el mismo ímpetu que tú, mujer.
la paridad que ambos buscamos te aportará derechos, que al igual que a mí, te corresponden, y también obligaciones, que igualmente también te conciernen, por favor no trates de eludir lo segundo.
este es un tema peliagudo, porque una torpeza que sale de la boca de un hombre, todavía hoy, sigue siendo más grave que si sale de la boca de una mujer. por ello pido a los lectores (y lectoras) que hagan un esfuerzo para no interpretar maliciosamente mis pensamientos.
el mismo conflicto existente hoy día en la sociedad, lo tengo en mi cabeza. mi cerebro, mi corazón y mi sentido común no se ponen de acuerdo cuando dudo si tengo que actuar con igualdad o con caballerosidad. casi siempre, el corazón es el que me obliga a hacer uso de esa galantería que al parecer, los hombres no la llevamos incluida de serie.
es fácil diferenciar qué cosas hay que cambiar, todas aquellas en las que se haga distinción por sexos. punto. todo lo que sea hacer una disección por sexos es un atraso y un error, pues no empecemos a cometerlo de nuevo, con temas como los permisos de maternidad (el hombre también tiene derecho de disfrutar los primeros días de su recién nacid@ hij@), el precio de los seguros de coches o la paridad en el trabajo (si eres el/la más capacitad@ para realizar una tarea, ¿que importa el sexo que tengas?).
ahora mismo en wikipedia (enciclopedia online) se está llevando a cabo una votación para fusionar el significado de dos términos: feminismo y hembrismo.
no os confundáis, el feminismo es a lo que yo me apunto, el hembrismo es lo que, como el machismo, debería ser erradicado.
lejos de superficiales términos gramaticales, pido con todas mis fuerza mismas oportunidades, oportunidad de ser el primero en salir sin ceder el paso, oportunidad de entrar en una discoteca, como tú, sin pagar un duro (y no 10 €), oportunidad de optar a un trabajo en los que tu preciosos pechos no valgan por dos de los míos, oportunidad de verte cambiar la rueda del coche y colgar un cuadro mientras que yo, gustosamente, limpiaré el cuarto de baño o la cocina, que para eso lo he ensuciado…
eso es igualdad ¿quien se apunta?
1 comentario:
Desde luego que no se puede llegar a la igualdad tal como se está haciendo ahora, silenciando y restando importancia a las discriminaciones hacia el hombre, valorando el grado de sexismo de un comentario de forma diferente -como dices- si lo hace un hombre o una mujer, o si la perjudicada de un comentario es la imagen del hombre o la de la mujer.
No veo en el cine películas humorísticas en las que a una mujer le metan una patada en los ovarios para que todos nos riamos mientras se revuelca por el suelo con los ojos desorbitados; tampoco veo que nadie haya puesto el grito en el cielo porque al hombre se le prohiba usar ropa que deje descubierta demasiada piel en ciertos locales o en el trabajo, cuando no a la mujer. Esas que tanto protestan por el burka en una cultura en la que al hombre tampoco es que le dejen ir en tanga precisamente... ¿es que no dicen nada de las prohibiciones de expresión que pesan todavía sobre el prototipo masculino del primer mundo?
Una sociedad que aspire a progresar de verdad, debería destruir los monoplios femeninos rancios (los monopolios masculinos ya los ha destruido el feminismo), esto es: la propiedad privada de todas esas cosas que al hombre le dicen que no puede hacer porque son "de mujeres", y que no son más que una herencia de apropiación ilegítima hembrista. Se acabaron los privilegios de género para todos y para TODAS.
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