los buenos momentos, si no es con alguien, no se disfrutan. y los malos ¿solos o acompañados?
he visto buenas películas en mi soledad y no las he disfrutado, he oído buena música que no me llenó hasta que se la mostré a alguien. los bonitos paisajes no son nada sin no tienes a quien decirle: “mira que bonito el cielo”. si algo en la tele te hace gracia, solo sonríes, acompañado te ríes. (por lo menos eso me pasa a mi). si creas, necesitarás a alguien a quien mostrarle tu creación.
a lo que quiero llegar es que nos necesitamos. el ser humano, solo, se muere. porque las alegrías, los gozos, las experiencias excitantes, los momentos especiales, … no existirían si no tuviéramos a nadie con quien compartirlos.
y si no, ¿cómo se explica los cientos de mail que todos tenemos en nuestro correo de videos, fotos, bromas, que son estupideces, pero que piensas, “esto a menganito le hará gracia”…?
gracias por compartir.
4 comentarios:
Pues si Rafa, estoy de acuerdo contigo. La persona en sí, necesita de la compañía de otra persona en todos los aspectos....."solos no somos nadie"....por eso, creo que la peor condena para cualquier persona es el aislamento..... ¿Para qué vivir entonces....?
!!!!Empecemos a descubrirnos!!!!
Con cariño.Patri (pathricia72@hotmail.com)
Estoy segura de que te conozco mucho, pues recuerdo toda mi vida contigo, pero...no dejas de sorprenderme y de hacer que me sienta orgullosa de ti en cada momento. Es cierto que nos necesitamos (y nosotros lo sabemos bien) y cuanto más damos más recibimos. Ojalá todo el mundo se diera cuenta de eso. Yo tengo claro lo importante que son para mi los míos y quisiera compartirlo todo con ellos... contigo.
Un beso
gracias
Ni que decir tiene, que todas las buenas obras y también las malas, está hechas para ser contempladas y compartidas. De las malas o las peores sólo decir, que los que las realizan, disfrutan viendo cómo los demás las rechazan o demuestran su repulsa. Esos son sus buenos momento.
Ahora mismo estoy escuchando un cante por soleá de Fernanda de Utrera mientras el vecinito de arriba corretea por todo el pasillo con unas botitas de taquitos que le han puestos los reyecitos magos de los cojoncitos. Pues bien, tan indiferente me deja una cosa como la otra.¿Sabes por qué? Porque estoy solo en casa. Cuánto me gustaría compartir el duende de ese cante con mi gitana. Y para qué me voy a quejar y mandar a la madre que lo parió a.... si no tengo a nadie que escuche mis tacos.
Compartir los buenos y malos momentos, hace que se saboree la esencia de cada uno de ellos.
No me queda más que darte toda la razón. Comparte.
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